lunes, 27 de noviembre de 2006

Resumen y analisis "anorexia"



Acta literaria
ISSN 0717-6848 versión on-line
Nº 30 (57-65), 2005
Desórdenes gastronómicos: Metáfora literaria compleja en la narrativa de Ana María del Río y Andrea Maturana*
GLORIA GÁLVEZ-CARLISLE

La asociación del cuerpo femenino con la enfermedad ha sido un recurso literario frecuente para representar a la mujer. Sin embargo, la añorada visión de la mujer pálida y débil típica de la época victoriana hoy en día se lee de otro modo y sirve para representar la problemática de la mujer en una sociedad cuyos fundamentos socio-culturales e ideológicos se cuestionan. En este ensayo me referiré, específicamente, a las complejas causas, síntomas y consecuencias de la anorexia nervosa y la bulimia, como asimismo al importante mensaje subversivo codificado en la narrativa de dos escritoras chilenas contemporáneas: Ana María del Río y Andrea Maturana.
La preocupación por estos tipos de desórdenes gastronómicos es evidente en la novela Oxido de Carmen1 y en el cuento “Verde en el borde”2, respectivamente. Me propongo demostrar cómo las manifestaciones físicas y psicológicas de estos trastornos alimenticios que padecen las protagonistas están íntimamente relacionadas no sólo con complejos problemas multifactoriales en los que confluyen aspectos como la estructuración de la personalidad, crianza, organización familiar, red social y creencias, que tienen sus raíces en el contexto socio-cultural operante, sino también con una premeditada respuesta subversiva ante las dificultades antológicas femeninas. Lo dicho previamente convierte los mundos inquietantes y sorprendentes de ambas escritoras en un foro vital de discusión y profunda reflexión acerca de la situación de la mujer y consecuente comportamiento femenino3.
Si bien es cierto que la anorexia nervosa y la bulimia sólo se han descrito en términos médicos desde mediados del siglo diecinueve, existen anécdotas de su existencia desde la antigüedad. Una de ellas data del siglo décimo y alude al caso de una santa anoréxica: cuenta la historia el caso de una joven que dejó de comer como rechazo al candidato elegido por su padre como esposo. Eventualmente la joven fue crucificada convirtiéndose, así, en santa4. Cabría recordar aquí que, posteriormente, la literatura mística está plagada de santas cuyas descripciones tendrían su paralelo en lo que hoy, clínicamente, se denomina anorexia nervosa, excepto que estas prácticas se asociaban con una vida de penitencia y sacrificio. Rudolph M. Bell, en su penetrante estudio Holy Anorexia señala, que tanto el estado de “anorexia santa” como el de “anorexia nervosa” tienen un común denominador: “aversión a la comida”. Ciertamente el síndrome clínico está presente en ambos casos, pero si el primero (el de anorexia santa) es impulsado por el deseo de “alcanzar la perfección espiritual”, el segundo (el de anorexia nervosa) está regido por “la obsesión de ser delgada”5. Referente a la anorexia mirabilis se sabe que Santa Teresa de Ávila (1515-1580), una de las figuras más importantes de la Contrarreforma y del misticismo español, en su propósito de fortalecer su fe cimentada en la disciplina, la meditación y el examen de conciencia, “regularmente usaba una ramita de olivo para auto-inducirse el vómito, con el fin de poder recibir la hostia sin el temor de rechazarla” (Bell, op. cit., 18) y que, Santa Catalina de Siena (1347-1380), con similar propósito – robustecer su amor divino y procurar alcanzar la perfección espiritual, no sólo se obligaba a “subsistir de pan, agua y verduras crudas”, sino también “se imponía el voto de total silencio, excepto en el período de confesión”. Además consta que, durante su rutina de penitencia, “se azotaba con una cadena de hierro tres veces al día, por una hora u hora y media” (Bell, op. cit., 42-3). Como es de suponerse, estas severas prácticas de austeridad y castigo muy pronto la debilitaron enormemente reduciendo su peso a la mitad. El caso de María de Oignies (1177-1213), Juana de Arco (1412-1421) y Clarisa de Assisi (1194-1253), entre otras, también ejemplifican lo anteriormente dicho.
Las teorías científicas modernas para explicar las causas fundamentales de estos desórdenes gastronómicos son también diversas, pero la creciente evidencia tiende a asociarlas, primordialmente, con factores socio-culturales, biológicos o con específicos mecanismos psicológicos. Si la anorexia se asocia con grados de desnutrición, como efecto directo de distintas formas de comportamiento –por ejemplo, dietas extremadamente restrictivas o ejercicios excesivos, la bulimia se caracteriza por episodios de incontrolable deseo de comer, seguidos de inapropiados métodos de control de peso, como el vómito auto-inducido, el abuso de purgantes y diuréticos, enemas o ejercicios excesivos. Según las estadísticas de la Organización Nacional de Trastornos Alimenticios (National Eating Disorders Organization) hoy en día, en Norteamérica, alrededor de diez millones de adolescentes y mujeres sufren de uno de estos tipos de desórdenes gastronómicos y la Asociación Psiquiátrica Americana (The American Psychiatric Association) añade que un 90% de los diagnosticados con anorexia o bulimia son mujeres6. La Asociación Chilena contra la Anorexia y Bulimia estima que, en este momento, 70.000 mujeres entre catorce y treinta años sufren anorexia en Chile. Otras 35.000 padecen bulimia. Por ser, la anorexia y la bulimia, un problema universal los innumerables casos no tienen fronteras geográficas, confirmando que éste es un fenómeno global que afecta no solamente a los países del hemisferio occidental, sino (en mayor o menor grado) a todas las culturas del mundo, incluyendo el mundo islámico7.
Entretejiendo un complejo tapiz de biografía, psicología, costumbres y tradiciones culturales, Ana María del Río expone en Oxido de Carmen el dilema de una adolescente en relación al desarrollo y expresión de su sexualidad dentro de un mundo oxidado (de allí la alusión al título) y jerarquizado. Dentro de esta armazón, rígidamente marcada por su origen cultural-religioso, la experiencia de la pubertad se convierte en una amenaza real donde el despertar a la sexualidad se asocia con la noción de pecado. Y es en este mundo familiar cerrado donde aparece Carmen. “La amé en picada –dice el narrador-protagonista– sin detenerme, porque detenerse en ese tiempo era de cobardes” (Oxido, 11). El descubrimiento del diario de Carmen precipita la ira de su abuela y de su tía, imponiéndosele castigos de encierro e incomunicación para “tratar de salvarle el alma” y ver si “esta niñita abandona[ba] de una vez esos malos instintos” (Oxido, 42-3).
En esta “lucha espiritual”, como señala Kim Chernin en su extraordinario estudio The Hungry Self: Women, Eating and Identity, las prácticas ascéticas son obligatorias “en el esfuerzo de controlar y eliminar la parte erótica del ser humano”8. Y es así cómo, en su intento de extirpar todo deseo corporal y en la necesidad de purificarse, Carmen se impone el castigo de no comer. Su actitud, en cierto sentido, nos recuerda a la de la antes mencionada Catalina de Siena con su credo de impuestas sanciones. La relación entre santidad y síndrome clínico del hambre es explícita; la abstinencia alimenticia es parte de la senda hacia la santidad, lo mismo que, significativamente, lo es la relación entre limpieza corporal y pureza mental. Tanto Carmen como Catalina se transforman, gradualmente, de niñas joviales, lozanas y saludables en “niñas hilo”, débiles y sin vida. La experiencia anoréxica de la protagonista ilustra este tipo de purgatorio claramente:
Todo le daba remordimientos (el librito negro de Tía Malva era poderoso), incluso cosas de todos los días, tocar la fruta, caminar por una alfombra mullida. La vi llorar a gritos [reporta el narrador] por haber pasado la mano por un plato de frambuesas, más aún, por recordar haberla pasado. El olor del pan recién hacho le causaba horror. Se lavaba durante horas las manos, con jabón de lavar y escobilla, dejándoselas acangrejadas. … Después intentó bañarse vestida para no mirarse. ...
- No puedo dejar de pensar –decía–, no puedo (Oxido, 55).
En Anorexic Bodies, Morag MacSween explica que “la mujer anoréxica responde al sentido de impotencia controlando la única cosa posible –el comer–”9. Carmen, incapaz de sobreponerse al sistema de valores severo y rígido respecto a la forma de conducta apropiada para el género, “palidísima, y con los ojos de cavernas prendidos a su cara de lágrimas” (Oxido, 58), se deja morir de inanición. El intento fútil de eliminar su naturaleza sensual, culminación catastrófica de este violento proyecto, no se logra; la penitencia y otras prácticas ascéticas no surgen efecto; su mente raya en la locura. En la dicotomía teológica de cuerpo (vicioso) y espíritu (virtuoso), castigando el primero y valorizando el segundo, el sentido de repugnancia y aversión a su cuerpo, en última instancia, la empuja al suicidio. “Nunca, ni en la cocina ni en sobremesas, se me quiso contar cómo fue”, nos dice el narrador (Oxido, 60).
El texto de Ana María del Río pone en evidencia la compleja dicotomía en que se encuentra “el Otro femenino” frente al problema de la expresión de la sexualidad en relación a la búsqueda de la identidad, precisamente porque, en la dialógica interna de lo femenino, como incisivamente Dale M. Bauer ha señalado, se corre el peligro de internalizar “la voz autoritaria del patriarcado”. Por esto, concluye, “we must struggle to refashion inherited social discourses into words which rearticulate intentions (here feminist ones) other than normative or disciplinary ones”10. Bell, por otro lado, al caracterizar la anorexia mirabilis opina que, en el deseo de acercarse a Dios, “la muerte se transforma en algo lógico, dulce y en la total liberación de la carne” (op. cit., 13). El suicidio final de Carmen, nuestra protagonista, constata lo descrito por Bell.
En “Verde en el borde” de Andrea Maturana, el caso se relaciona con las causas y efectos de la bulimia. Como en otros de sus cuentos, esta protagonista comparte el universo urbano de la gran metrópoli, donde los personajes se esfuerzan, sin lograrlo, por alcanzar al “otro”. En el binomio búsqueda / desencuentro11 típico de la relación de pareja predomina la incomunicación, la soledad y el vacío. La tónica predominante en la interacción entre Diego y Francisca es la lucha de poder. Diego se ha acostumbrado a tomar las decisiones y a estar en lo correcto y aunque diga, en varias ocasiones, que quiere salvarla de su compulsión bulímica amenazadora y de su autodestrucción, en verdad, la relación le ha servido para satisfacer su antojo de dominio y poder. “No me jodas, Diego [se le oye decir a Francisca]. Estoy leyendo. Además nada de lo que yo pueda decirte va a cambiar tu opinión” (“Verde”, 22). Francisca se siente exprimida, reducida y rebajada. Similar a la reacción de la anoréxica, pero al revés, como explica Hilde Bruch “ante el sentimiento de incompetencia e incapacidad de dirigir su propia vida… y en un desesperado esfuerzo de no sentirse completamente sin poder o control”12 la bulímica, en este caso Francisca, usa el comportamiento bulímico como compensación. Así, tragando y devorando su angustia y aflicción, “desenvuelve y come, uno tras otro, de manera casi rítmica” los pequeños chocolates, “sin sentir ya el sabor, sin llevar la cuenta de la cantidad, ni del hambre, ni de la angustia” (“Verde”, 24). Es decir, el saciarse es para ella no sólo una forma de rebelarse contra el mundo opresivo que la rodea en un desesperado esfuerzo por asentar su propia identidad, sino también un modo de recuperar el control momentáneamente, aunque después corra al baño a provocarse el vómito. Lo irónico es que si bien, aparentemente, se tienen afecto, Diego (‘el mundo’ de la protagonista) constituye el mayor obstáculo para la expresión de la autonomía de Francisca, aunque la intención de Diego (queremos pensar) sea diametralmente opuesta. El conflicto de género, en el sentido de “lucha de poder”, impide una colaboración satisfactoria. Por lo tanto, las tensiones no disminuyen, la terapia de Francisca nunca se lleva a cabo, Diego no logra salvarla de su compulsión bulímica y tampoco cumple su amenaza de irse. El final del cuento, en el que Diego le pide a Francisca que “sólo lo deje sostener[le] la cabeza” (“Verde”, 28), sugiere su claudicación y aceptación de una relación defectuosa en que ambos son víctimas. El mundo inquietante de este cuento hace posible el cuestionamiento de hasta qué punto los factores culturales impidieron la capacidad de ambos para sobreponerse a su penetrante influencia.
Podemos concluir que las provocativas obras de Ana María del Río y Andrea Maturana son un poderoso comentario sobre las especificidades socio-culturales en el mundo moderno. Al identificar los complejos modos en los cuales se llevan a cabo las prácticas socio-culturales en relación al papel de la mujer, estas obras desafían las nociones prevalentes y en este sentido, del Río y Maturana continúan redefiniendo la labor de la mujer como escritora. También quiero señalar que al hablar de literatura producida por mujeres, lo que llama la atención, aparte del cuestionamiento del papel tradicional de la mujer en una sociedad que la discrimina a la vez que la mitifica, es la incorporación de un corpus de experiencias típicamente femeninas como son el embarazo, la maternidad, el parto, el amamantar, la menstruación, el cáncer del seno con la consecuente mutilación física y psicológica que esta enfermedad significa, y que no pueden ser planteadas desde una perspectiva masculina. Entre las escritoras chilenas contemporáneas que han incorporado alguno de estos temas en su producción artística, podemos mencionar a Diamela Eltit, Pía Barros, Lucía Guerra, Marcela Serrano además de Ana María del Río y Andrea Maturana. De hecho, Maturana en su colección de cuentos (Des)encuentros (des)esperados (op. cit.) incorpora el tópico de la menstruación en “Yo a las mujeres me las imaginaba bonitas” y el del cáncer del seno en “Como en el teatro”.
Oxido de Carmen y “Verde en el borde” añaden el tópico de la anorexia y la bulimia. Según datos científicos recientes, nueve de diez mujeres anoréxicas sufren de pérdida de densidad de los huesos a la par de osteoporosis en años posteriores (Dobson, op. cit., 2). De aquí la urgencia de reconocer el problema con miras de encontrar tratamientos efectivos, ya que, por sus casi inevitables consecuencias, no puede ser descartado o ignorado.
Retomando nuestros relatos, si bien es cierto que en ambos las protagonistas fracasan en su intento de resistencia al sistema imperante, la anorexia y la bulimia funcionan como una efectiva y subversiva táctica de sobrevivencia frente a las interpretaciones tradicionales de género, familia, autoridad y obligaciones, explorando transformaciones de costumbres establecidas. Así, el contradiscurso crítico se impone como un prisma único en su proyecto ideológico de cambio y apertura, en constante cuestionamiento y reevaluación de los heredados cánones histórico-culturales que cargan el discurso patriarcal de la dominación.
* Una versión abreviada de este trabajo fue leída en el XV Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, celebrado en el Tecnológico de Monterrey, Monterrey, Nuevo León, del 19 al 24 de julio de 2004.
1 Ana María del Río, Oxido de Carmen, 3a ed., Ed. Andrés Bello, Santiago de Chile, 1994. En adelante: Oxido, seguido de número de página.
2 Andrea Maturana, “Verde en el borde”, en Los pecados capitales, Ed. Grijalbo S.A., Santiago de Chile, 1993, 13-28. En adelante: “Verde”, seguido de número de página.
3 Ana María del Río obtuvo su Licenciatura en la Universidad Católica de Chile. Entre los años 1987 y 1991 realizó estudios superiores en la Universidad de Rice y Pittsburgh en Estados Unidos. Su primer libro, Entreparéntesis (1985), es una colección de cuentos. Tres de las cinco novelas que Ana María del Río ha publicado hasta hoy han obtenido importantes galardones. Oxido de Carmen (1986; segunda edición, 1990) mereció el Premio “María Luisa Bombal”; De golpe, Amalia en el umbral (1991), el “Premio Andrés Bello” y Tiempo que ladra (Miami, 1991; Santiago, 1994), el Premio “Letras de Oro” en Miami y el Premio Municipal de Literatura en Santiago. Siete días de la señora K apareció en 1993 y Gato por liebre, su segundo volumen de cuentos, en 1994. Ese mismo año obtuvo la beca Fundación Andes que le permitió escribir su última novela, La esfera media del aire (1998).
Andrea Maturana ha sido catalogada “como la figura revelación de la narrativa joven” (Pedro Alvarez ed., “Andrea Maturana: escribir fue algo natural”. El Mercurio, Santiago de Chile, (enero 1998) : 3). Nació en Santiago de Chile en 1969. Su primer libro, el volumen de cuentos (Des)encuentros (des)esperados, apareció en 1992. En 1991 su cuento “Cita” formó parte de los Nuevos cuentos eróticos, tal como “Verde en el borde” sería uno de Los pecados capitales, 1993. En 1995 su relato “Yo a las mujeres me las imaginaba bonitas” fue incluido en la antología Diecisiete narradoras latinoamericanas y en 1997 fue publicada La isla de las langostas, una narración dirigida a los niños. El daño (Alfaguara, 1997) es la primera novela de Andrea Maturana.
4 Roger Dobson. “Do Models Really Cause Anorexia?”, Independent News (Nov. 23, 2000): 1-3 .
5 Rudolph M. Bell, Holy Anorexia, University of Chicago Press, Chicago, 1985, 20.
Aunque, como el mismo autor señala en el prefacio de su libro, su investigación sólo se limita a las santas anoréxicas de la parte central de Italia –Umbría y Toscana–, sospecho que los patrones de comportamiento son similares y podrían aplicarse a otras santas del mundo.
6 Deborah Michel y Susan Willard, When Dieting Becomes Dangerous, Yale University Press, New Haven, 2003, 1-19.
7 Respecto a este último punto, véase el interesantísimo artículo de Amina Al-Korney “Suffering in Secret” en Egypt’s Insight Magazine. 2001, núm 5:7: 52-54.También es importante notar que la anorexia y la bulimia afectan al sexo masculino, pero el porcentaje es mucho menor. La Organización Nacional de Trastornos Alimenticios (National Eating Disorders Organization) señala que, en Norteamérica, sólo un millón de jóvenes y hombres sufren de uno de estos tipos de desórdenes (en comparación a alrededor de diez millones de adolescentes y mujeres). Lo mismo ocurre en Chile. La Asociación Chilena contra la Anorexia y Bulimia estima que de las 70.000 mujeres entre catorce y treinta años que padecen anorexia, y de las 35.000 con bulimia, sólo cerca de un 1% de estas cifras corresponde a hombres. Para información adicional sobre este tópico, véase el primordial estudio de A.E. Andersen, L. Cohn y T. Holbrook, Making Weight: Healing Men’s Conflicts with Food, Weight and Shape, Gurze Books, Carlsbad, California, 2000.
Finalmente quiero agregar que en los Estados Unidos, aparte de las causas ya señaladas para estos complejos desórdenes gastronómicos (predisposición genético-biológica, estructuración de la personalidad, crianza, organización familiar, red social y creencias), otros factores importantísimos son la influencia social de “la moda” y “la dieta”, exaltadas por la efímera búsqueda del “ideal femenino”. El testimonio del caso anoréxico de Christy, una jovencita de dieciséis años, atestigua lo primero: “Me siento terriblemente influida por las revistas Glamour, Vogue y todas las demás. Miro a todas las mujeres hermosas, super delgadas y pienso ‘quiero ser tan delgadas como ellas’” (Sharlene Hesse-Bieber, Am I thin Enough Yet?, Oxford University Press, Oxford, 1996, 8). Por supuesto los creadores de moda que dominan con gran acierto el campo publicitario y la captación de masas se benefician con ganancias masivas. Respecto al famoso culto de la delgadez, en este momento todas las industrias relacionadas con productos para adelgazar obtienen una ganancia conjunta de 50 billones al año. La economía de mercado agrava este problema, ya que con sus anuncios promueve ponerse a dieta. Así, un 35% de las mujeres que están a dieta piensan que necesitan una cuando, en realidad, tienen un peso normal o están bajo el peso normal y de este 35%, cerca de un 25% terminará teniendo un desorden alimenticio (“Eating Disorders Statistics”, 2002).
8 Kim Chernin, The Hungry Self: Women, Eating and Identity, Virago Press, London, 1986, 187.
9 Morag MacSween, Anorexic Bodies: A Feminist and Sociological Perspective on Anorexia Nervosa, Routledge, London, 1993, 203. Puntos de vista similares se expresan en los estudios de Margot Maine, Father Hunger: Fathers, Daughters and Food, Simon and Schuster, London, 1993, 81-82 y en Roger Dobson, op. cit., 3.
10 Dale M. Bauer, Feminist Dialogics: A Theory of Failed Community, State University of New York Press, Albany, 1988, 2.
11 El vocablo desencuentro forma parte del título de su excelente colección de cuentos (Des)encuentros (des)esperados, Ed. Los Andes, Santiago de Chile, 1992. Como el nombre de la colección lo indica, varios de los cuentos que la forman “Roce 1”, “Roce 2” y “Roce 3” (similar a uno de los problemas aludidos en el cuento en estudio) dicen relación con la imposibilidad de una comunicación auténtica entre parejas.
12 Hilde Bruch se refiere a este concepto en Paul E. Garfinkel y David M. Garner, (eds.) Handbook of Psychotherapy for Anorexia Nervosa and Bulimia. Guilford Press, New York, 1985, 10, Véase también el innovador estudio de Marlene Boskind-White, Bulimia/Anorexia: The Binge/Purge Cycle and Self-Starvation, W.W. Norton & Co., New York, 2000.

BIBLIOGRAFIA

Al-Korney, Amina. 2001. “Suffering in Secret”. Egypt’s Insight Magazine, 5:7: 52-54.
Alvarez, Pedro. 1998. “Andrea Maturana: escribir fue algo natural”. El Mercurio (enero): 3-4.
Andersen, A. E., Cohn, L., & Holbrook, T. 2000. Making Weight: Healing Men’s Conflict with Food, Weight and Shape. Gurze Books, Carlsbad, California.
Bauer, Dale M. 1988. Feminist Dialogics: A Theory of Failed Community. State University of New York Press, Albany.
Bell, Rudolph M. 1985. Holy Anorexia. University of Chicago Press. Chicago.
Boskind-White, Marlene. 2000. Bulimia / Anorexia: The Binge / Purge Cycle and Self-Starvation. W.W. Norton & Co., New York.
Chernin, Kim. 1986. The Hungry Self: Women Eating and Identity. Virago Press, London.
Del Río, Ana María. 1994. Oxido de Carmen. 3a edic. Ed. Andrés Bello, Santiago de Chile.
Dobson, Roger. 2000. “Do Models Really Cause Anorexia?” Independent News. (Nov., 23, 2000): 1-3.
Garfinkel, Paul E. and Garner, David M. (eds.) 1985. Handbook of Psychotherapy for Anorexia Nervosa and Bulimia. Guilford Press, New York.
Hesse-Bieber, Sharlene. 1996. Am I thin Enough Yet? Oxford University Press. Oxford.
Maturana, Andrea. 1992. (Des)encuentros (des)esperados. Ed. Los Andes, Santiago de Chile.
__________ 1993. “Verde en el borde”, Los pecados capitales. Ed. Grijalbo S.A., Santiago de Chile, 13-28.

MacSween, Morag. 1993. Anorexic Bodies: A Feminist and Sociological Perspective on Anorexia Nervosa. Routledge, London.
Maine, Margot. 1993. Father Hunger: Fathers, Daughters and Food. Simon and Schuster, London.
Mazzeo, Suzanne et al. 2003. “Eating Behaviors.”, Dying To Be Thin. Plainview, New York, 1-25.
Michel, Deborah & Willard, Susan. 2003. When Dieting Becomes Dangerous. Yale University Press, New Haven.




RESUMEN Y ANALISIS DEL PRESENTE ARTÍCULO

El Ensayo realizado por Gloria Gálvez-Carlisle del cual desprenderemos el siguiente análisis, principalmente trata el tema de las enfermedades “trastornos alimenticios”, bulimia y anorexia, que fueron tratados por dos autoras chilenas en 2 de sus obras, las cuales son; “ Óxido en el carmen” y “Verde en el borde”.
En el fragmento anteriormente nombrado lo que se plantea es que estas enfermedades, también llamadas desordenes gastronómicos, pueden ser gatilladas por múltiples factores tanto físicos como ambientales, y socio culturales, además describe aquellos contextos históricos en donde ya existían indicios de Bulimia y Anorexia, principalmente en mujeres.
Por cuanto a nosotras nos lleva a pensar que este tipo de fenómenos, sin duda alguna han existido durante todos los tiempos, y contextos históricos, y que podrían darse en cualquier persona que fuera influenciada por el medio y/o por moda, motivos personales, como fue visto en aquellas mujeres de la época del siglo décimo, en donde se planteaba un tipo de anorexia llamada “anorexia santa”, que se trataba de las mujeres que consagraban su alma a Dios, por lo que decían y pensaban que el cuerpo era vicioso y el espíritu virtuoso, dejaban de comer, para castigar el cuerpo porque valorizaban más su alma, querían eliminar su naturaleza sensual, practicando penitencias que en sí afectaban su integridad física, pero que en esos tiempos era más oculto de lo que es actualmente.
Sin ir más allá, el modelo de mujer en la antigüedad, era preferentemente el de la mujer estilizada, alta, sofisticada, etc, lo cual se sumaba a las creencias que podían practicar esas mujeres con respecto a la religión, y la sociedad.
Cabe destacar que pensamos que en el artículo, el tema es tratado prudentemente, ya que presenta los trastornos alimenticios desde un contexto sociocultural y a la vez histórico, mostrando diversos factores gatilladores y a la vez sus consecuencias.
Por otro lado la autora hace hincapié en lo que respecta a costumbres, moral, y tradiciones dentro de una sociedad marcada por el patriarcado, que a nuestro parecer es un factor relevante en lo que sería la imposición de poder por sobre otro, y como a modo de llamar la atención muchas veces nos vemos enfrentados a personas que caen en estos trastornos alimenticios, como a modo de llamar la atención y que posteriormente pueden volverse un hábito.
Como podemos observar son múltiples los factores que nos llevan a cuestionarnos el hecho de caer en este tipo de enfermedades, que sin duda alguna son proporcionadas u originadas en parte por el medio. Quizás el mundo actual influye bastante en esta enfermedad por la sencilla razón que el esteriotipo presentado hoy en día de la mujer perfecta lo encontramos en una mujer delgada, además las tiendas de ropa ofrecen mayoritariamente vestimentas para personas que estén perfectamente en el peso que les corresponde, esto quiere decir que si una mujer gordita quiere obtener una vestimenta a la moda no puede por que no encuentra de su talla, y la que debiese quedarle bueno no le queda, porque al parecer las tallas se han reducido en tamaño, será ¿que la sociedad discrimina? Mirado desde una perspectiva se podría decir que si, “como eres gorda, estas fea y no tienes derecho a vestir bien” desde otro que no “todos debemos tener un peso adecuado para no presentar consecuencias inadecuadas por un sobrepeso.”
La Anorexia y la Bulimia son patologías que nunca están exentas de ser contraídas por algún miembro de la familia y si no son controladas a tiempo pueden llevar a una muerte inmediata. Cabe destacar que hay que tener presente que esta enfermedad genera una problemática bastante grave y critica comenzando desde sus inicios con malestares en el individuo que prácticamente se comienzan a notar repentinamente con una perdida de peso bastante notoria.
En el plano familiar puede que la persona no reciba el apoyo suficiente por parte de sus familiares ya que quizás rechace todo tipo de ayuda terapéutica y psicológica por no querer subir de peso o puede que si acepte recibir ayuda y pueda superar esta enfermedad tan dañina para la salud.
Por otra parte la Anorexia y la Bulimia son trastornos que acarrean enormes rechazos sociales a los individuos que las presente; primero se da en una discriminación hacia dicha persona por su aspecto físico además se adhiere a esto la fuerte baja autoestima que el sujeto puede sentir por este rechazo que recibe al deterioro de su aspecto físico.
Estas enfermedades se dan comúnmente entre las adolescentes que presentan o tienen una imagen tanto física como psicológica de estar gordas y se obsesionan tanto con su peso y se afanan por adelgazar realizando estrictas dietas que terminan por no comer nada en todo el día solamente beben liquido. Son personas exageradamente pretenciosas prácticamente pasan mirándose al espejo gran parte del día.
Estos trastornos alimenticios están afectando día a día a nuestra sociedad ya que cada vez son mas las jóvenes que padecen de esta enfermedad por lo tanto no existe ningún organismo que prevenga sobre los terribles daños que producen, y a su ves que exijan a las tiendas, televisión, pasarelas, etc. dejar de esteriotipar la bellaza tan solo en mujeres delgadas.
Creemos que seria necesario que el gobierno estableciera políticas sociales que favorezcan a esta prevención no tan solamente que sean dirigidas a las adolescentes sino que a todas las personas de distintas edades, principalmente a mujeres, pero sin dejar de lado a los hombres.

Por otra parte Los trastornos de la alimentación, sobre todo la anorexia y la bulimia, se presentan en la adolescencia como parte de la crisis del desarrollo, del crecer, del descubrirse es producido por múltiples factores: neurobiológicos, socioculturales, psicológicos y familiares. "Estos trastornos suceden dentro de una época de muchas crisis, de redefiniciones sociales y personales. Vivimos en un entorno donde al afecto, a la intimidad y a las relaciones no se les presta atención, los jóvenes inmersos en este entorno encuentran problemas para redefinir su identidad y para poder describir, conocer e identificar sus emociones.

Acta literaria

martes, 14 de noviembre de 2006

Trabajo del Autoestima según el libro "Deficit de autoestima, evaluación, tratamiento y prevención en la infancia"


El Autoestima
“El camino a la puerta del alma”
En todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mi.




Índice
I. Índice.
II. Introducción.
III. Autoestima y Autoconcepto.
IV. Tipos de Autoestima.
V. Falsa Autoestima.
VI. ¿Qué es el déficit de autoestima?
VII. ¿Cómo identificar el déficit de autoestima?
• Con respecto a sí mismo.
• Con respecto a los demás.
• Con respecto a la interpretación de la realidad.
• Características Principales del Déficit de Autoestima.
VIII. Factores que pueden estar Relacionados con el
Déficit de Autoestima.
• Factores del niño.
• Factores de los padres y familiares.
IX. Conclusión y Relevancia para el Trabajo Social.
X. Anexos
• Test de Autoestima
• Interpretación del Autoexamen
• Autoevaluación
XI. Bibliografía



Introducción
Todas las personas tenemos al interior de nosotros mismos diferentes tipos de sentimientos, los cuales se manifiestan de diversas formas según nuestra personalidad. En ocasiones estas manifestaciones dependen de otros factores, como, el lugar físico donde nos encontremos, o el estado sentimental y emocional que tengamos; es por eso que estos factores pueden influir positiva o negativamente en la formación de la persona, o sea, en el autoestima. Este concepto por tanto influye directamente en la calidad de vida de las personas ya que si la percepción que ésta tiene de sí misma es beneficiosa se puede decir que tenemos una autoestima positiva, mientras que si es perjudicial nos hallamos ante una autoestima negativa. El Autoestima por tanto es un concepto escuchado a diario el cual posee múltiples concepciones, pero realmente sabemos ¿Que es?, ¿Porqué no debemos ignorarla?, ¿Que factores pueden estar relacionados con el décifit de autoestima?, ¿Qué síntomas manifiestan las personas que baja autoestima?, entre otros. En este trabajo pretendemos aclarar y relacionar conceptos vinculados al tema del autoestima, que nos permitan reconocerla, evaluarla prevenirla y quizás tratarla, para que así podamos entender y apoyar a estas personas con déficit o baja autoestima. Cabe mencionar también que nuestro trabajo lo enfocaremos principalmente a dos áreas como primer área decidimos tomar la infancia, ya que consideramos que ésta es una etapa fundamental del ser humano ,es el primer proceso de aprendizaje en donde este adquiere conocimiento a través de la socialización, en la cual se detectan los primeros indicios del déficit de autoestima, y ,en segundo lugar el área de la adolescencia, ya que consideramos que es una de las etapas en donde generalmente se presenta un mayor conflicto en la persona o individuo en lo personal como en lo social, además consideramos que es el área más atingente de acuerdo a nuestra propia realidad , por lo que creemos necesario tomar este punto.
Para esto nuestros postulados a exponer en el trabajo serán extraídos o basados principalmente en el libro de María Paz Bermúdez titulado “Déficit de Autoestima. Evaluación, Tratamiento y Prevención en la infancia y adolescencia” el cual va a ser una guía o referente fundamental en la elaboración del trabajo.



Autoestima y Autoconcepto
Para comprender el concepto de autoestima primero es necesario que entendamos qué es el autoconcepto, el cual hace referencia a la “representación mental que la persona tiene de si misma” por ejemplo si a un niño le pedimos que se describa a si mismo tal y como se percibe, y para ello, le formulamos la siguiente pregunta: ¿tú cómo te ves a ti mismo? Nos podría responder, en fusión del autoconcepto o imagen que tiene de si mismo, de la siguiente manera:<<>>. Esa descripción correspondería al autoconcepto que el niño tiene de si mismo sin añadirle ningún valor es la fotografía privada que él mismo se ha realizado, él se ve así, ; es una imagen instantánea de si mismo sobre la que no realiza ninguna evaluación. Por lo tanto en esta descripción no existe un proceso mediante la persona se plantee considerar si la imagen que tiene de si mismo le gusta o no, le resulta buena o mala.
El resultado de esta evaluación es la opinión que el niño aporta sobre las características que utiliza para definirse. La evaluación se realiza en base a un criterio que no es otro que el hecho de comparar la imagen que se ha ido formando de si mismo al percibirse en situaciones reales con la imagen ideal que tiene de la persona que a él le gustaría ser. Esta valoración que cada individuo hace de sí mismo es lo que en la literatura científica se conoce con el nombre de autoestima. Por lo tanto el autoestima (de "auto" que alude a la persona en sí y por sí misma y "estima" que alude a la valoración) es el “sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad” . Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar.

Es a partir de los 5 - 6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etc. y las experiencias que vamos adquiriendo. Según como se encuentre nuestra autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de mí mismo, potenciara la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.



Tipos de Autoestima

Para la comprensión del Déficit de Autoestima y su posterior tratamiento, es necesario sin duda alguna comprender que la persona pose un autoconcepto global de si misma y que es formado en la medida que interactúa con los diferentes contextos sociales situacionales, por ejemplo: área escolar, en donde forma su autoconcepto académico; área de relaciones sociales, en donde forma su autoconcepto social y relacional; área familiar, en donde el niño se desarrolla dentro de su hogar; área de aspecto físico, en donde el niño forma su autoconcepto físico; área moral ético, en donde el niño forma su autodescripción emocional. En consecuencia el autoconcepto, es decir la autodescripción está presente en todas las personas brindándoles identidad y seguridad personal. Ésta autodescripción se realiza a partir de la manera en que el sujeto se ve a si mismo en las diferentes áreas anteriormente nombradas.
A continuación se describirán a grandes rasgos las Áreas en que el niño crea su autoconcepto global:

1) Área escolar:
El niño se autoevalúa para ver si está a la altura de los modelos ideales que los Profesores y Padres le han inculcado de cómo debe ser un estudiante ideal, para ello se va comparando constantemente con el rendimiento de sus compañeros, de aquel que tiene las mejores calificaciones y además de sus mejores amigos.

2) Área Social:
El niño evalúa constantemente el tipo y nivel de relación que existe con los demás niños del grupo al que pertenece, y ve al mismo tiempo si ha cumplido con los objetivos que se propuso anteriormente, es decir se plantea a si mismo preguntas como: ¿Con lo que he dicho o hecho he conseguido los objetivos que me proponía?, lo cual en la relación y nivel de afectividad podría responder a preguntas tales como: ¿Después de haber dado mi opinión, seguirán aceptándome dentro del grupo y considerándome su amigo? ¿Van a seguir contando conmigo? ¿Seguirán tomando en cuenta mi opinión o sugerencia? Cuando el niño manifiesta su opinión automáticamente aumenta el concepto que tiene de si mismo, por lo que el hecho de interactuar socialmente con su entorno será fundamental para sus relaciones interpersonales y esenciales para su vida. Por lo tanto, si una persona no está satisfecha con el nivel ni tipo de relación que establece con los demás difícilmente lo estará consigo misma y con su autoconcepto.

3) Área familiar:
Para el niño es fundamental su integración dentro de su núcleo familiar, la manera de cómo es percibido dentro de su hogar juega un rol elemental para su autoevaluación, otorgándole sentido de pertenencia dentro del grupo, el niño por lo tanto valora la importancia que le concedan.

4) Área de aspecto físico:
El niño lleva a cabo una autoevaluación tanto de su apariencia física como así de su presencia, habilidades y competencia para cualquier actividad física, implicando entonces su ideal de figura o imagen.

5) Área moral - ético:
Desde la etapa de socialización entregada principalmente por los padres al niño, en donde le han enseñado reglas o normas, y a su vez le han mostrado lo que es “bueno o malo”, manifestándole las consecuencias que derivarán de sus actos y comportamiento en el futuro, el niño en su desarrollo como persona internaliza aquella enseñanza, y va constantemente autoevaluándose con respecto a su conducta, si ésta sigue o no el modelo que le han inculcado y que lo conducirá a ser aceptado por el resto de las personas.
En muchos casos esta forma de enseñanza se basa en modelos religiosos o morales que los padres exponen a sus hijos como si se tratara de leyes inviolables, premiándolos cuando se comportan como supuestamente es debido y castigándolos cuando la conducta es inapropiada. Es justamente esta situación de castigo que lleva al niño a pensar o interpretar “soy una mala persona”, y es entonces cuando comienza a imponerse aquellas reglas que le han sido otorgadas en su proceso de socialización. E problema surge cuando el niño adopta aquellas conductas o reglas que son consideradas como “buenas” de manera totalitaria y se las impone exigiéndose actuar de esa forma, porque de lo contrario puede llegar a plantearse dichos como “O soy como debo ser o no valgo nada”.
De esta manera el niño va adoptando una forma de pensar poco flexible al cambio porque lo importante para él es conseguir la aprobación al máximo de sus padres, y posteriormente le será dificultoso considerar otra forma de mirarse a si mismo, interpretará la realidad de manera errónea.
Como ya vimos la autoestima involucra diferentes áreas, en donde la persona puede manifestar una autoevaluación diferente para cada una, por eso al hablar de autoestima y diagnosticarla es fundamental considerar el contexto de cada una de ellas, ya que el niño puede tener una imagen positiva en una y en otra puede tener una negativa, por ejemplo: puede considerarse buen hijo, responsable con sus deberes del hogar, una persona obediente con sus padres etc., pero a su vez puede considerarse un mal estudiante, y tener por ende siempre presente que su rendimiento a nivel académico será deficiente, en este caso estaríamos frente a un déficit de autoestima a nivel académico pero no a nivel familiar.
Cabe mencionar que el déficit de autoestima tiende a presentarse en situaciones concretas y no en aquellas en las que el sujeto se ve expuesto, no obstante se puede hablar de déficit de autoestima como rasgo propio del comportamiento general aunque se presente en una sola área, ya que la persona manifestará una sensación de sentirse mal consigo mismo continuamente, no importando en que situación se encuentre.


Falsa Autoestima

Se define como una “actitud similar a la que posee aquel individuo que demuestra una autoestima elevada” . En esta situación puede darse que el sujeto con falsa autoestima se comporte o actúe de la misma manera como lo hace aquella persona en donde tiene una imagen muy positiva consigo mismo, pero con la gran diferencia que una persona que tiene esta falsa autoestima reacciona ante eventuales situaciones de forma violenta, agresiva; arrogante y fanfarrona y lo más importante que su verdadera autoestima se encuentra en déficit.



¿Qué es el Déficit de Autoestima?

Consiste en la “insatisfacción de las actividades tanto a nivel físico, social y psicológico que un individuo presenta diariamente” .
Un ejemplo claro respecto a esta situación es cuando un niño si no actúa o se comporta de una manera determinada se considera un tonto o un torpe, ya que tiende a realizar todos sus actos de una manera demasiado perfeccionista o de lo contrario todo lo que ha hecho está mal.
Este déficit atrae consecuencias muy drásticas para el individuo, puesto que si no le salen las cosas como él quiere cae en una profunda frustración sintiéndose inferior a las demás personas que lo rodean.




¿Cómo Identificar el Déficit de Autoestima?

Dentro de este punto hay que tener presente que el déficit de autoestima puede surgir en diferentes áreas que se involucran en el desarrollo y progreso del individuo pero puede que dicho déficit afecte solo a una área específica y no a las otras como por ejemplo: Un niño puede presentar una excelencia académica en cuanto a su rendimiento escolar lo cual el niño se siente gratificado por los esfuerzos continuos de su estudio lo que genera una autoestima positiva pero respecto a la relación que tiene con sus padres el niño suele presentar conductas o comportamientos rebeldes y no es obediente situación en la cual puede producir una descompensación en cuanto a su nivel de autoestima en su relación con su familia.
También se puede producir un déficit de autoestima desde la infancia, es decir, si un pequeño tiene problemas al comunicar por presentar un tartamudeo es lógico que los demás compañeros de clase se encargarían de recordárselo a través de burlas risas e imitaciones, entonces el niño va creciendo y evaluándose constantemente con esa actitud negativa y recuerda reiteradamente que la idea de ser tartamudo es sinónimo de ser una persona ignorante o estúpida.
Otro aspecto que es el más importante y más relevante de destacar para saber identificar el bajo autoestima, es observando cómo se comporta el sujeto en diferentes lugares, lo cual tendera a manifestar algunas de las siguientes características.



Con respecto a sí mismos:

1.- Extremadamente críticos consigo mismo:
El sujeto critica y enjuicia constantemente sus acciones o comportamientos buscando que sus actos sean realizados de una manera sin imperfecciones o de lo contrario la actividad o acto realizado no vale nada. Tienden a decirse a si mismo frases como las siguientes:
“Yo debo ser bueno en todo lo que hago, digo y pienso”
“Si no soy como debo ser, no valgo nada”

2.- Evalúan y analizan continuamente cada gesto, cada acto, cada comportamiento que realizan:
Se observa diariamente a si mismo tanto en su aspecto físico emocional y social y se compara con el tipo ideal que quisiera ser en caso de que aún siga con ese pensamiento tan negativo de su persona lo seguirá haciendo día tras día hasta alcanzar según él; ser como los demás quieren que él sea.
Esta continua autoevaluación que tiene de si mismo hace que sus tareas diarias sean demasiado exigentes y que no presenten ningún error, esto trae como consecuencia la aparición de la ansiedad que produce un arduo pensamiento negativo como lo son: “Me va a salir mal” “Todo el mundo está mirándome”
Siempre están comparándose con los demás y piensa que él es diferente a ellos ya que no reacciona o se comporta igual a los otros.

3.- Temor obsesivo a cometer errores:
Responder mal ante una pregunta es signo de ignorancia o de torpeza, es por ende que intentan evadir esa situación en donde generalmente se ven expuestos a cuestionarios que los demás le hacen y en caso en donde se vean enfrentados a muchas preguntas, consideran siempre que todas deben ser respondidas bien, o si no adoptan una actitud de mucha inseguridad con ellos mismos al tener que tomar una decisión.
Son muy perfeccionistas en los trabajos los revisan y corrigen una y otra vez para que todo este bien, es por ende que les cuesta ser creativos porque creen que si inventan alguna cosa o piensan alguna idea les va a salir todo mal.

4.- Son muy sensibles a la crítica:
Cualquier crítica o llamada de atención les afecta emocionalmente muchas veces andan tristes o desanimados o simplemente se alejan de las demás personas y estos sentimientos les duran semanas, también hacen falsas interpretaciones respecto a las criticas que se les hacen, piensan que lo que les dijeron fue solo para perjudicarlos.

5.- Necesitan la aprobación continua de los demás:
Existe poca credibilidad y confiabilidad en cuanto a sus capacidades y actitudes, ya que mayoritariamente les preguntan a otros qué opinan sobre su desempeño como persona y dependiendo de la respuesta que los demás les digan se valoran o no como persona. Intentan llamar la atención realizando actos agresivos o hablando cosas incoherentes frente a temas que no tienen relación con lo que el individuo menciona. Todo esto lo realizan con el fin de que los demás los admiren y los acepten tal y cual son, sin que tengan que estar criticándolos por sus actitudes y comportamientos.










• Con respecto a los demás:

1.- Como ya se ha planteado anteriormente, las personas con una baja autoestima son muy poco flexibles y extremadamente críticos con su autoimagen, por ende al ser tan exigentes con ellos mismos lo son también con los demás que rodean su entorno, padres, amigos, profesores, hermanos etc. Siempre esperan que las cosas salgan o resulten como quieren, de lo contrario se ofuscan y comienzan a criticar a los demás de la misma manera que lo harían con ellos, ya que piensan que no están lo suficientemente capacitados ni aptos para muchas cosas, por este motivo suelen sentirse rendidos o derrotados en ultima instancia.
2.- Los niños con déficit de autoestima suelen ser malos compañeros de juegos, porque como poseen la idea de resaltar, solo tienen en su mente la idea de ganar y demostrar que son los mejores aunque esto implique que posteriormente tengan un sentimiento automático de que no fue suficiente, por tanto no están relajados al momento de competir, sino mas bien tensos y dada la poca confianza que tienen en si mismo la posibilidad de perder alberga en sus mentes, torturándolo constantemente, además dada la historia de fracasos que ellos mismos han construido la posibilidad de perder es la más probable. Además estos pensamientos de anticipación de consecuencias negativas refuerzan y amortiguan la frustración y el sentimiento de derrotado, además lo más probable es que si el niño esta con la predisposición a la idea de que va perder ésta se cumpla, y asumirá su derrota como una más de las tantas que ha tenido con enfado y por supuesto tendrá presente que nadie olvidará que perdió, pero si en cambio gana, se preocupara de que todos lo sepan ya que es un hecho que para él no ocurre todos los días, reaccionara de manera exagerada.



3.- Los niños con baja autoestima tienen una dificultad irrevocable a hacer amigos de su misma edad, tienden además a no hablar en público por el temor a hacer el ridículo o equivocarse, y nunca ocupan la posición de líder, sino más bien adoptan las normas de los otros integrantes del grupo. Suelen colocarse etiquetas o autodeterminarse como aburridos, por lo que su presencia dentro de un grupo no es rechazada pero si ignorada, además su sentido del humor es muy neutral, no toman iniciativa ni son participativos, la alegría no abunda en ellos, por lo que nunca estarán integrados dentro del grupo, por más que los demás intenten que se una a ellos. Las demás personas los perciben como niños tranquilos y relajados, o más bien bastante tímidos e inactivos, lo que no debe confundirse con flojera, que es muy diferente, lo que ocurre con ellos es que prefieren mantenerse neutros o no hacer nada, para evitar la evaluación de los demás.

4.- Cabe mencionar que los niños con déficit de autoestima suelen estar tan relajados que mayoritariamente no les dan problema a nadie, pero de pronto en situaciones inesperadas reaccionan de manera agresiva y desafiante con sus compañeros, amigos, padres, profesores etc., como una forma de descargar su frustración y tristeza que han acumulado a lo largo de su vida.










• Con respecto a la interpretación de la realidad:
Existen diversos factores que dañan la autoestima los cuales tienen que ver con errores comunes de pensamiento que se cometen a la hora de interpretar la realidad en te los más comunes destacamos los siguientes:
1.- Focalizar lo Negativo: Las personas con déficit de autoestima poseen habilidad para central su atención en los aspectos negativos y desagradables en cada situación, tomando aquel aspecto como el único y a su vez relevante, por lo tanto para la persona es imposible olvidar lo sucedido, ya que los demás estarán pensando de que él es torpe y que ha hecho el ridículo.
2.- Descalificación de Experiencias Positivas:
Las personas presentan la tendencia a ignorar las experiencias positivas,…” para que sentirse bien si lo luego me sentiré mal”… estas personas presentan el afán por encontrar el perfeccionismo, y esto les conduce a la desilusión cotidiana.

3.- Pensamiento Todo o Nada:
Un niño con déficit de autoestima tiende a evaluar las situaciones de forma extremista, buena o malas, todo o nada, estos pensamientos son rígidos y conducen a la frustración diaria, ya que si contamos con solo dos extremos para clasificar las experiencias sin clasificar o en el peor de los casos clasificados de forma incorrecta.

4.- Generalizar:
Las personas con déficit de autoestima tienden a sacar conclusiones absolutas a partir de un simple suceso negativo de una situación concreta, estableciendo modelos de derrota y frustración que nunca acabarán.


Factores que pueden estar Relacionados con el Déficit de Autoestima

• Factores del niño
1.- Autoconcepto:
Es la representación mental que el sujeto tiene en un momento dado de si mismo, mientras que el autoestima sería “la dimensión evaluativo de esa representación” .El autoconcepto se forma a partir de dos fuentes principales, por un lado, de las relaciones sociales que el niño mantiene con las demás personas de su entorno, y por otro lado, de las consecuencias que su conducta tiene sobre el medio con el que interacciona.
El autoconcepto “cumple tres funciones básicas, una de estas consiste en proporcionar unos niveles mínimos de autoestima al sujeto” . Partiendo de la idea de que la autoevaluación es la comparación del propio comportamiento con respecto a un patrón de conducta ideal aprendido o impuesto por uno mismo, este patrón puede ser irrealmente elevado y/o inalcanzable.

2.- Pensamientos negativos
Al estar ante una situación o una persona sentimos emociones que no son consecuencias directas del estar expuesto a un determinado estímulo, los pensamientos negativos consisten en ideas o frases interiores con una inestabilidad emocional y pesimista ante la eventual situación, a continuación podemos observar un ejemplo.
A B C


Las ideas o frases interiores que manifestamos internamente pueden ser de diferentes tipos;
a) Pensamientos descriptivos reales.
b) Pensamientos que describen nuestro estado emocional.
c) Pensamientos de autoayuda que nos orientan para afrontar la situación de forma adecuada.
d) Pensamientos negativos automáticos.
Las personas con déficit de autoestima lo utilizan para evaluar a su entorno y juzgarse a si mismas. Si los pensamientos son sistemáticamente negativos, la mayoría de las emociones que experimentaran serán emociones negativas, por lo tanto se deberá aprender a sustituir estos pensamientos por otros que produzcan emociones más agradables. Los pensamientos aparecen automáticamente de forma rápida e involuntariamente y su contenido nos aporta una visión oscura, distorsionada y negativa de uno mismo, no están basados en la realidad ya que no son pensamientos lógicos porque aparecen cuando no usamos esquemas erróneos a la hora de interpretar.


3.- Estilo Atribucional
Las personas tienden a atribuir causas a los sucesos que ocurren a su alrededor y a los que ellos mismos realizan. La forma en que responden ante determinados hechos, la manera en que reaccionan ante los demás, la importancia que dan a la opinión que otras personas emiten e incluso la percepción que tienen de ellas mismas, están determinadas en parte, por el estilo que utilicen. Las atribuciones se pueden producir a lo largo de dos dimensiones básicas, como causas internas y externas (es decir, debido a mi versus debido a causas externas a mi, como la suerte, el azar, etc.) y a causas estables e inestables. La autoevaluación está modelada por la autoatribución. Para que las personas juzguen una actuación como un éxito o un fracaso tienen que creer que su conducta se encontraba bajo su control o responsabilidad.


4.- Autocontrol
Las personas que tienen autocontrol se sienten más competentes, ya que esta capacidad potencia y posibilita por una parte la autonomía y libertad de elección, y a su vez los hace responsables de sus propias acciones y consecuencias, por lo tanto el autocontrol es un factor positivo en la autoestima ya que una persona que puede autocontrolar su conducta no se sentirá fácilmente influenciada, porque le ayudara a vencer este dominio del ambiente para reemplazarlo por una planificación y un control interno.

5.- Habilidades para solucionar problemas
Esta sería una fuente de refuerzo positivo a la autoestima, ya que así mismo facilita la competencia social, la autoeficacia, las personas que aprenden a usar estrategias sistémicas para la resolución se problemas suelen enfrentarse al estrés, depresión, ansiedad, agorafobia, obesidad, problemas matrimoniales, daño cerebral, retraso mental, consumo de tabaco, fracaso académico.
Las personas que presentan déficit para solucionar problemas no dan respuestas adecuadas a situaciones concretas debido a que no han aprendido estrategias generales de afrontamiento, con lo cual fracasan reiteradamente en la consecución de sus objetivos percibiéndose a si mismos de forma negativa.

6.- Habilidades sociales
Las relaciones interpersonales facilitan la adquisición de refuerzo social, cultural y económico. Las personas con déficit en habilidades sociales, experimental aislamiento social, rechazo y una baja autoestima a consecuencias que él percibe como incompetencia social.
Cuando estas habilidades son apropiadas el resultado es más eficaz, las distintas respuestas que se pueden emitir son las siguientes;

 Respuesta pasiva o no asertiva: esta respuesta la daría un niño retraído, tímido, aislado, pasivo, el niño se expresa claramente.
 Respuesta activa o asertiva: se habla fluidamente, y esta habla es segura y mantiene el contacto ocular, expresa abiertamente sus sentimientos además son sinceros en todo ámbito.

 Respuesta agresiva: sería la respuesta típica de un niño provocador e impulsivo, el niño defiende sus derechos en diversos contextos, y por esto son despreciables, y a su vez se ponen agresivos



Factores de los padres y familiares
Como ya se ha dicho anteriormente, el proceso de socialización que es otorgado por los padres al hijo son sus primeras relaciones sociales, y su familia es por lo tanto su única fuente de apoyo y refuerzo. La familia, los hermanos, y esencialmente los padres deben satisfacer todas la necesidades que presenta el menor, lo apoyan socialmente, lo refuerzan o castigan según si su comportamiento es validado dentro del núcleo familiar, etc. Son ellos quienes le han enseñado en primera instancia las pautas educativas que estiman convenientes, por lo tanto el ambiente familiar que interactué el niño en sus primeros años de vida, y en conjunto la interacción que se de entre ellos, serán la clave para el futuro y determinantes para la construcción del autoconcepto y posterior evaluación de él, mediante la autoestima. Además si consideramos los castigos como moderados y atingentes a la situación no debiere presentarse ningún tipo de déficit de autoestima, porque el niño tendría una construcción de su autoimagen no desde la imposición de sus padres, sino que el niño validaría la enseñanza que se le ha otorgado y sería una persona totalmente diferenciada. Según los autores Mac Kay y Fanning (1991), existen cinco factores que determinan la influencia de los castigos sobre el déficit de autoestima:
1) El establecimiento por parte de leyes de comportamiento basadas en criterios personales: cuestiones de gusto, de seguridad o de necesidad.
2) La no diferenciación por parte de los padres entre una conducta concreta ante un estímulo determinado por parte del niño y la identidad global.
3) La frecuencia de los castigos.
4) La consistencia de los castigos.
5) La frecuencia con que los castigos se asocian a ira o agresividad.





Características de los diferentes estilos educativos de los padres




Permisivo Democrático Autoritario

Control Deficitario Blandura Ansiedad Adecuado Firmeza Autocontrol Excesivo Intransigencia Ira

Afecto Excesivo Sobreprotección Indulgencia Adecuado Comprensión Apoyo Deficitario Honestidad Rechazo

Comunicación Excesiva Irregular Inconsistente Adecuada Recíproca Participativa Deficitaria Unilateral Problemática

Déficit de Autoestima. Evaluación, Tratamiento y Prevención en la infancia y adolescencia. María Paz Bermúdez, Ediciones Pirámide 2003.Cáp. II, Pág. 68.



Conclusión y Relevancia para el Trabajo Social
El autoestima implica la evaluación que constantemente está haciendo la persona frente a la globalidad que comprenden sus ideales con respecto a si mismo, sus actitudes y forma de ser, tanto física, psicológica y social, implicando por cierto las diferentes áreas que han sido descritas en nuestro Informe.
Además es fundamental entender que el autoestima va ligado al estado emocional y de bienestar de cada persona, que claramente repercute y tiene consecuencias en su vida y en la de los demás.
Por tanto, consideramos relevante indagar en este tema, ya que está ligado a la calidad de vida, lo cual dentro de nuestra profesión tiene un papel realmente importante y fundamental.
Considerando que el autoestima en una persona dependerá de muchos factores ya descritos, nuestro Rol frente al tema será de concientizar, sin ir más allá podemos mostrarle alternativas a la persona que presente un déficit de autoestima, sin embargo no está en nuestra manos la solución, pero si la posibilidad de entregar herramientas que puedan compenetrarse con el apoyo de su familia, y de los más cercanos, aquellos que han vivido de cerca lo que le pasa y siente, y quienes en conjunto con él podrán salir adelante, enfrentándose a los fantasmas y temores que lo acechan día a día.
Es por esto que consideramos que este valor es realmente importante para nuestro futuro desempeño laboral como Trabajadores (as) Sociales ya que si escogimos estudiar esta carrera no podemos dejar pasar este tema que escuchado a diario y el cual afecta a una gran cantidad de personas en nuestro país, perro, sin duda creemos que antes de tratar a las personas con las que trabajaremos e intuirlas , educarlas y guiarlas respecto de su autoestima , primero es necesario tratar este tema con nosotros mismos para que así nosotros a la hora de ejercer nuestra labor podamos sobrellevar los conflictos que se nos presenten para poder desempeñarse sanamente como Trabajador (a) Social, se hace hincapié en esto ya que al ponerse en un caso hipotético futuro, tenemos que si el (la) Trabajador (a) Social se ve enfrentado a un caso en que el sujeto de atención presenta el “mismo” conflicto que alguna vez afectó al (la) Trabajador (a) Social, puede que esta situación limite gravemente al (la) Trabajador (a) y lo que es peor aún que la situación le impida totalmente desenvolverse ante éste caso y trabajar con la persona.
Es así como un conflicto “No” resuelto del profesional puede afectar a la gente con la cual va a trabajar.
Se da la paradoja que estamos estudiando para trabajar con personas con problemas, dolidas, sin esperanza y quizá con problemas psicológicos, pero ¿cómo trabajaremos con estas personas carentes y necesitadas, si nosotros mismos no estamos sanos y no tenemos nuestros problemas internos solucionados?.
Es por esto que no debemos dejar pasar el tema del autoestima que no solo es relevante para las personas que atenderemos en nuestro futuro laboral sino que también para nuestra propio bienestar y el desempeño integro de nuestra labor.



Bibliografía

• Libros:
o Déficit de Autoestima. Evaluación, Tratamiento y Prevención en la infancia y adolescencia. María Paz Bermúdez, Ediciones Pirámide 2003.
o Valores y Autosuperación Nuevos Surcos (1994).

• Páginas Web:
o http://www.pino.pntic.mec.es/recursos/infantil/salud/autoestima.htm
o http://es.wikipedia.org/wiki/Autoestima
o http://www.sitio-de-exito.com/articulos/201_249/226.htm